Esa famosa publicidad “de boca en boca” de la que infinidad de veces hemos escuchado; a la que se le atribuye el calificativo de ser “la mejor publicidad”, ¿en verdad lo es?
Sí y no. Lo explicaremos…
Si la mejor publicidad es la que nos recomienda un familiar o amigo directamente de su “boca”, es decir en persona, frente a frente: es muy cierto que lo es, ¿los motivos? Ellos nos aprecian y nos están recomendando un producto o servicio porque ya vivieron la experiencia y saben que para nosotros también será ampliamente recomendable. Ellos representan una voz confiable a la que hay que escuchar porque no esconde interés alguno, sólo busca nuestro beneficio. Además, la situación se presta para debatir el tema y escuchar muchos argumentos de convencimiento. Estos interlocutores, cuando recomiendan un producto, se ponen en el papel tal y como si ellos fueran sus creadores; la marca ha hecho una gran labor. Punto a favor para la publicidad “de boca en boca”.
Pero visto desde otro ángulo, la publicidad “de boca en boca” NO es la mejor porque rompe una de las grandes reglas de la mercadotecnia que es la de llegar al mayor mercado posible, sin salirte de tu target, claro está.
Para demostrar nuestra hipótesis -y basado en que la publicidad se utiliza como una herramienta para impulsar la venta-, pregunta ¿qué vende más? ¿Un producto de gran calidad que se transmite “de boca en boca” o uno, sin importar su calidad, que se publicita a través de los medios, llegando a una posibilidad infinitamente más grande que la “de boca en boca”? Sin lugar a dudas, el segundo tendrá mucho mayor éxito comercial que el primero. Un ejemplo más claro, ¿quién vende más? ¿La pescadería del pueblo que tiene el producto recién salido del mar y que sus vecinos saben que más fresco y económico, imposible y lo comentan “de boca en boca” con todo aquel que se les pone enfrente, o la Tienda de autoservicio que -sin importar si la calidad es inferior, o no- se anuncia a través de los medios? Tú sabes la respuesta.
La publicidad “de boca en boca” es maravillosa por lo comentado, pero muy lenta en su trasmisión. Entonces, ¿qué debemos hacer? Pues que todo ese público cautivo que muere de ganas por recomendar productos, por convertirse de manera gratuita en embajadores de marcas, nos conozca. Y eh aquí donde de entre tantas opciones mediáticas, hay alternativas que funcionan a la perfección para dar ese impulso que buscamos. Si pensamos, ¿cuál es el medio que nos dice de manera más “platicada” las cosas y por lo tanto es lo más cercano al “de boca en boca”? Claro que acertaron, se llama redes sociales.
Y es aquí en donde está la parte estratégica de saber enganchar ambas técnicas para generar publicidad atractiva, en un medio que nos permite gran exposición y con el cual le llegaremos a miles de personas que pueden adquirir el producto y que, más que eso, sienten una gran atracción y deseo por recomendarla.
Por otro lado, también nos consideramos un acérrimo crítico de las posibilidades y comportamiento de las redes sociales en lo concerniente a su relación con la publicidad, versus otros medios, finalmente es mi chamba. Y como por fortuna no pertenecemos a la generación nativa de internet que desconoce cualquier otro medio de comunicación, nuestro espectro es mucho más amplio y podemos asegurarte que de no elegir cuidadosamente la manera en que utilizarás el medio digital, tu mensaje fracasará.
Las redes sociales, sí han colaborado para generar guerras; sí, han encumbrado campañas políticas; y muchas veces sí, son por excelencia la herramienta social del chisme. Publica que Brad Pitt reveló que es Gay (tan de moda que está eso, ¿no?) o que cacharon a Shakira besándose con un jugador ¡del Real Madrid!, jaja, o que nuestra pareja real (Televisa / Pinos) sigue con despechos en público, y verás el fenómeno de viralidad que se da, todo mundo lo compartirá y todo mundo pensará “Oh, ¡qué maravillosas son las redes sociales (sobre todo Facebook) que de todo se entera uno!”. Pero NO. En publicidad NO funciona así: publica que BMW es el mejor auto alemán, que Apple no tiene comparativo, que Bimbo es una empresa de excelencia o que tu propio negocio ganó un reconocimiento y, ¿sabes cuánta gente lo compartirá? (de manera orgánica, es decir, sin inversión): tu familia y cuates (es algo así como la nueva era del “de boca en boca”), sólo los más allegados, por lo que de masiva no tendrá absolutamente nada, a menos qué… inviertas en ella.
Bien, concluyendo, vamos a las recomendaciones:
Conoce a tu mercado. Todo lo que puedas de él. Detecta su ubicación geográfica.
Usa anuncios creativos, con el “plus” de vanguardia tecnológica (animación, realidad aumentada, etc.).
Recuerda que el buen contenido es lo que le va a dar poder a tu comunicación.
Invierte, ¿quieres fans, likes y que compartan tus “posts”? Sólo invirtiendo lo lograrás, con el gran beneficio a tu favor de que el monto es sumamente inferior a los tradicionales medios ATL (masivos).
Localiza y usa “influencers” que tengan grandes audiencias cautivas y que vayan con el carácter de tu marca y el mercado que buscas.
De esta manera, tu marketing digital sumará toda su fuerza a la maravillosa confianza que genera la publicidad “de boca en boca”, generando una alianza virtuosa.